Diversos autores creen que el paso más importante en la elaboración del diagnóstico y plan de tratamiento ortodóncico es la valoración del peso específico de los diferentes factores etiológicos que pueden considerarse importantes en la maloclusión que se está evaluando.
Así es, como se ha llegado a establecer que existe una estrecha correlación entre la forma (de las arcadas y facial), la función de las estructuras orales y adyacentes, y la postura, tanto del sistema estomatognático como de todo el cuerpo.

La función hace la forma:
Las funciones que tienen lugar en el sistema estomatognático, como la respiración, la succión, la deglución, la masticación y las funciones del habla,  provocan que los grupos de músculos orofaciales produzcan una presión considerable, que inevitablemente afecte la boca.
Si esta presión se produce correctamente y se mantiene en equilibrio, ayuda al correcto crecimiento y desarrollo de los maxilares, lo que se evidencia en una correcta alineación dental y una apariencia facial armoniosa.
Por otro lado, si esta presión no es correcta por el mal posicionamiento dentario o una fuerza muscular inadecuada, el crecimiento y el desarrollo de los maxilares se verán comprometidos, con posibles complicaciones involucrando oclusión dental y apariencia facial.
Los patrones musculares alterados o “disfunción orofacial” tales como: respiración oral, deglución disfuncional, trastornos de succión, masticación alterada y trastornos fonoarticulares;  pueden ser responsables de maloclusion, agravando problemas preexistentes o causando recidiva tras la conclusión de un tratamiento ortodóncico.
Por tal razón son esenciales la detección, el diagnóstico y tratamiento de estas disfunciones que permitan proporcionar un balance morfológico y funcional, causa común de los distintos profesionales que trabajan con el sistema estomatognático.

Respiración Oral de origen funcional y/o orgánico:
La causa más común de Respiración Bucal es la presencia de amígdalas y adenoides hipertróficas, provocando una posición de lengua baja y adelantada, además de incompetencia labial.
Esta situación requiere del diagnóstico y tratamiento de un otorrinolaringólogo,  una vez resuelto el problema orgánico se precisa de un tratamiento fonoaudiológico para reeducar la postura de la lengua y la respiración nasal.
La respiración oral de origen funcional posee las mismas características ya mencionadas pero sin la detección de una base orgánica obstructiva. Esta forma de respiración es probablemente adoptada ocasionalmente y, con el tiempo se torna habitual. También requiere ser identificada y tratada por un fonoaudiólogo especializado en miofunción para evitar la desestabilización del tratamiento ortodóncico.

Deglucion atípica o disfuncional:
Una de las disfunciones más comunes y, quizás, una de las más frecuentemente ignoradas, es la alteración de la postura de la lengua en descanso, un trastorno que puede resultar de diversas causas orgánicas, (como frenillo corto, respiración oral, amígdalas hipertróficas) o funcionales (inmadurez, chuparse el dedo o dedos, succionar o morder objetos extraños, onicofagia, etc).
Los hábitos de succión dañinos por lo general implican un posicionamiento inadecuado de la lengua en períodos de actividad o descanso que influencian la estructura de la cavidad bucal.
Una lengua que no ha tenido suficiente contacto con el paladar durante el proceso de crecimiento y desarrollo puede traer como consecuencia un paladar estrecho y alto, a veces acompañado de una mordida cruzada uni o bilateral.
Además, la presión anterior de la lengua trae aparejado maloclusiones diversas, tales como Clase II 1 División, Mordidas abiertas y en el caso de maloclusiones preexistentes constituyen un factor agravante.
Se requiere entonces que el ortodoncista sea capaz de identificar los factores de riesgo que pueden afectar el equilibrio morfológico y funcional:

  • Incompetencia labial: labios cortos, hipotónicos, superior o inferior evertidos.
  • Respiración Oral.
  • Lengua posicionada baja o entre los elementos dentarios.
  • Lengua avanzada durante el habla.
  • Macroglosia.
  • Indentaciones laterales.
  • Frenillo lingual corto.
  • Rugas palatinas muy pronunciadas.
  • Deglución disfuncional.
  • Contracción perilabial al estar la boca abierta o cerrada.
  • Hábitos de succión dañinos.
  • Alteraciones en el habla, especialmente /r/ y /s/.

La detección y derivación al Fonoaudiólogo especialista en el área permitirán la rehabilitación completa del paciente y el equilibrio entre la forma y la función, las que mantendrán armonía y estabilidad una vez finalizado el tratamiento ortodóncico.

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